Queridos todos:
Llevamos ya casi 6 meses en Ankara y por fin, los últimos 2 meses he podido empezar mis actividades de cooperación. He estado dando un curso de cerámica a los refugiados en la embajada del vaticano en , donde los jesuitas tienen un centro de ayuda a un nutrido grupo de familias desplazadas desde Irán, Irak, Afganistan, Palestina e incluso Jordania. Muchos de ellos son Cristianos que huyen de la represión, pero otros están en Ankara por motivos políticos o ideológicos. Su situación en Turquía no es fácil, ya que han de llegar y solicitar asilo como refugiados, registrarse en la policía e ir a firmar 2 veces por semana, solicitar el estatus de refugiado a la ONU y esperar a que se los concedan......., normalmente unos 9 meses, y después solicitar asilo en un tercer país,( Usa, Canada, Autralia, norte de Europa) y esperar otra vez a que se los concedan, total que pueden pasar aquí desde 1 año a 2 o 3 y todo ellos sin tener permiso de trabajo, no conocer el idioma, y tener que pagarse la manutención y los permisos de residencia en este país. Especialmente los Iranies, parece que tienen grandes problemas, porque además, no se fían los unos de los otros, con lo que no se agrupan como suelen hacer otras comunidades extranjeras en nuestros países, esto contribuye a su aislamiento y depresión. En España, estamos acostumbrados a los inmigrantes, pero ser refugiado no es lo mismo, los refugiados se ven forzados al exilio por miedo a perder sus vidas.......
En el centro hacen una labor extraordinaria, lo lleva un sacerdote, el padre Oliver de Malta, y una señora Polaca, Agatha, y realizan gran cantidad de actividades con ellos: clases de Inglés y turco, ahora en verano, clases de fotografía por una neozelandesa, Sandy ford( tiene una web si a alguien le interesa la fotografía). Clases de música y las mías de cerámica. También les dan ropa, muebles, asistencia médica, bonos para comida todas las semanas.....pero quizá la ayuda más importante que reciben es la asistencia psicológica ya que muchos se encuentran desesperados, asustados y casi siempre deprimidos. Con los cursillos, también se les ayuda a estar ocupados y entretenidos durante la semana, porque quizá lo peor que les sucede, es no tener nada que hacer en todo este tiempo de espera............
Yo como siempre, he aprendido mucho de ellos, de sus culturas, de sus países, de sus costumbres y como siempre, de regreso a casa voy dando gracias a Dios por todo lo que tengo y por haber nacido donde lo hice........
Espero que ustedes también sean conscientes de todas las cosas por las que tenemos que dar gracias cada día...........
Llevamos ya casi 6 meses en Ankara y por fin, los últimos 2 meses he podido empezar mis actividades de cooperación. He estado dando un curso de cerámica a los refugiados en la embajada del vaticano en , donde los jesuitas tienen un centro de ayuda a un nutrido grupo de familias desplazadas desde Irán, Irak, Afganistan, Palestina e incluso Jordania. Muchos de ellos son Cristianos que huyen de la represión, pero otros están en Ankara por motivos políticos o ideológicos. Su situación en Turquía no es fácil, ya que han de llegar y solicitar asilo como refugiados, registrarse en la policía e ir a firmar 2 veces por semana, solicitar el estatus de refugiado a la ONU y esperar a que se los concedan......., normalmente unos 9 meses, y después solicitar asilo en un tercer país,( Usa, Canada, Autralia, norte de Europa) y esperar otra vez a que se los concedan, total que pueden pasar aquí desde 1 año a 2 o 3 y todo ellos sin tener permiso de trabajo, no conocer el idioma, y tener que pagarse la manutención y los permisos de residencia en este país. Especialmente los Iranies, parece que tienen grandes problemas, porque además, no se fían los unos de los otros, con lo que no se agrupan como suelen hacer otras comunidades extranjeras en nuestros países, esto contribuye a su aislamiento y depresión. En España, estamos acostumbrados a los inmigrantes, pero ser refugiado no es lo mismo, los refugiados se ven forzados al exilio por miedo a perder sus vidas.......
En el centro hacen una labor extraordinaria, lo lleva un sacerdote, el padre Oliver de Malta, y una señora Polaca, Agatha, y realizan gran cantidad de actividades con ellos: clases de Inglés y turco, ahora en verano, clases de fotografía por una neozelandesa, Sandy ford( tiene una web si a alguien le interesa la fotografía). Clases de música y las mías de cerámica. También les dan ropa, muebles, asistencia médica, bonos para comida todas las semanas.....pero quizá la ayuda más importante que reciben es la asistencia psicológica ya que muchos se encuentran desesperados, asustados y casi siempre deprimidos. Con los cursillos, también se les ayuda a estar ocupados y entretenidos durante la semana, porque quizá lo peor que les sucede, es no tener nada que hacer en todo este tiempo de espera............
Yo como siempre, he aprendido mucho de ellos, de sus culturas, de sus países, de sus costumbres y como siempre, de regreso a casa voy dando gracias a Dios por todo lo que tengo y por haber nacido donde lo hice........
Espero que ustedes también sean conscientes de todas las cosas por las que tenemos que dar gracias cada día...........